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“Por ser las organizaciones que representan los intereses de clase por excelencia, es normal que la derecha mexicana se agrupe en torno a aquellos partidos que representan sus intereses burgueses y reaccionarios”
“Tradicionalmente la iglesia católica ha sido la más férrea defensora del pensamiento reaccionario a lo largo de la historia mexicana”
“No hay en realidad una “oposición civil” a la 4T, más allá de la manejada por la clase burguesa mexicana”
Este artículo analiza la situación actual de la derecha política mexicana. Sus principales foros de expresión, herramientas y estrategias utilizadas para la lucha en contra del gobierno encabezado por el presidente Andrés Manuel López Obrador. Por último, se esboza brevemente el espacio de maniobra que esta corriente política tiene en el futuro, especialmente en el corto y mediano plazo.
Dónde y cómo está la derecha mexicana actualmente
Para comprender cabalmente la manera de actuar y las perspectivas de las fuerzas reaccionarias en México debemos identificar primeramente como están articuladas, dónde operan regularmente y como coordinan su trabajo en nombre de la clase que representan. A continuación, se enlistan los principales foros en los que la derecha mexicana realiza su trabajo político y tiene su mayor influencia y proyección de fuerza.
1. Partidos Políticos
Por ser las organizaciones que representan los intereses de clase por excelencia, es normal que la derecha mexicana se agrupe en torno a aquellos partidos que representan sus intereses burgueses y reaccionarios. También es importante resaltar que, al igual que lo que ocurrió al PRI o al PRD en su momento, ciertos elementos de la derecha residen del mismo modo en los partidos multiclasistas de nueva creación como Morena, aspirando al control de este nuevo instrumento electoral.
Resto de los partidos: Además de los partidos mencionados, existe un conglomerado de partidos federales y locales desprovistos de toda ideología que actúan de manera oportunista operando desde la oposición o en alianza con la 4T según les convenga en determinada disyuntiva temporal o circunstancial. Algunos de ellos se alinean con más frecuencia a la derecha como el Movimiento Ciudadano y otros a la izquierda como el PT, pero en todos se pueden encontrar elementos abiertamente reaccionarios. Algunos de estos partidos dependen de individuos o caudillos como el fallido intento del partido „Fuerza por México“ de los hermanos Monreal; o de una base sectorial/sindical muy especifica como „Nueva Alianza“ de la corrupta ex líder sindical Elba Esther Gordillo.
2. Universidades
Las instituciones de educación superior están completamente copadas por el pensamiento neoliberal desde las reformas educativas y pasaron a engrosar las fuentes del adoctrinamiento reaccionario que en anterioridad solo predominaban casi exclusivamente en las universidades privadas. A esta crisis solo escapan algunas instituciones con tradición combativa como la Normal Rural Isidro Burgos de Ayotzinapa que se las ha arreglado para resistir bajo constante ataque de los gobiernos neoliberales.
3. Intelectualidad
La intelectualidad mexicana, en su enorme mayoría, ha ejercido tradicionalmente una actividad completamente servil a los gobiernos neoliberales. No es de sorprender que, con la llegada de Obrador a la presidencia, se hayan mantenido del lado de la reacción. Por primera vez atacan furiosamente cualquier decisión del gobierno federal. Aunque en este campo también hay dignas excepciones que se resisten a acatar la línea política en contra del actual gobierno.
4. Medios de comunicación
Al igual que los intelectuales, los medios de comunicación (televisión, radio y prensa) permanecen firmemente en las manos de la reacción, y al igual que en otros países latinoamericanos con procesos similares, se han convertido quizá en la herramienta más efectiva, o por lo menos, la más activa, con la que la derecha mexicana combate con más ahínco la política progresista del gobierno federal.
5. Cámaras empresariales
Quizá el núcleo fuerte, el mando general y centralizado desde el cual se gestan las macro estrategias y las principales líneas de ataque y sabotaje político, mediático y económico contra la 4T. Otro elemento importante para reconocer es que, desde este núcleo, y en ocasiones sumando apoyo del extranjero, se financian a otros núcleos de la oposición,
6. Asociaciones civiles
Generalmente apéndices de cualquiera de los otros núcleos. No hay en realidad una “oposición civil” a la 4T, más allá de la manejada por la clase burguesa mexicana. En este sentido, estas llamadas asociaciones civiles no son más que parapetos formales o caratulas desde las cuales otros núcleos reaccionarios encubren sus actividades bajo la luz del día y del que hacer político diario entre las masas más despolitizadas. Una vieja estrategia que cobró fuerza y relevancia para la burguesía en su lucha contra el socialismo real en Europa oriental en su última etapa de vida.
7. Iglesias
Distintas confesiones en México combaten activamente al gobierno progresista. Tradicionalmente la iglesia católica ha sido la más férrea defensora del pensamiento reaccionario a lo largo de la historia mexicana. Con la llegada de distintas iglesias evangélicas, provenientes principalmente de Sudamérica, se ha venido a reforzar en general el cristianismo reaccionario activamente político que no se esconde para denostar al gobierno federal sobre todo en temas como el aborto, el matrimonio igualitario, la enseñanza religiosa, el ataque al pensamiento de Juárez y en general el sabotaje del Estado laico.
Perspectivas de la derecha mexicana a corto y mediano plazo
Las perspectivas de la derecha en el plano político están muy limitadas en este momento debido a la innegable popularidad del gobierno de AMLO. Esto no quiere decir, sin embargo, que carezcan de toda posibilidad de maniobra, pero si quiere decir que solo algunas puertas ofrecen ciertas expectativas de éxito. En el frente de las movilizaciones „populares“ han demostrado permanentemente una falta de números y del arrastre necesario para desestabilizar de alguna manera al gobierno. Ejemplos de este tipo de movilizaciones sería el intento fallido de FRENA por montar un macro mitin permanente en la explanada del zócalo o los constantes destrozos que se dan en el contexto de las manifestaciones „feministas“ que azotaron con fuerza la primera mitad del sexenio amlista. Estas han sido las dos únicas movilizaciones dignas de cierta mención en este campo y como se dijo anteriormente, ninguna a cumplido ni cercanamente con los propósitos que se fijaron.
Una posible vía legal, ya sea la revocación de mandato o el montaje de algún proceso legal en la cámara de diputados, similar a los utilizados contra Dilma Rousseff, Manuel Zelaya o Fernando Lugo están condenados al fracaso; primero y nuevamente por el apoyo popular del presidente (en el caso del proceso de revocación) y segundo por el control que ejerce morena en la cámara de diputados (en el caso de algún proceso legal) que negaría cualquier posibilidad para la oposición de orquestar un golpe suave por la vía legaloide.
Una vía armada, ilegal, golpista, militarista o de insurrección se ve igualmente lejana y por el momento imposible. No solo por la masiva popularidad del presidente, que provocaría seguramente una insurrección popular contra cualquiera intentona golpista, sino también por otros dos grandes factores. Primero, el ejército y la marina han recobrado cierta reputación que habían perdido en el sexenio de Calderón llenándose las manos de sangre, tanto de delincuentes comunes como de ciudadanos inocentes. Y segundo, el presidente, o el ejecutivo en su conjunto cuentan ahora con otro cuerpo semi-militar razonablemente pertrechado y muy leal al presidente: la Guardia Nacional. Esta nueva institución representaría un Gran dolor de cabeza para cualquier aventura golpista violenta por parte de la ultra derecha.
El único frente realmente abierto y que ha probado recientemente albergar ciertas expectativas para la derecha es el electoral. En las pasadas elecciones generales la derecha logró arrebatar al obradorismo importantes bastiones de la capital mexicana con gran numero de votantes y se aferró a sus principales ciudadelas conservadoras como los Estados de Querétaro, Jalisco, Nuevo León y otros. A pesar de que Morena y sus aliados arrasaron en lo general, no lograron concretar la mayoria absoluta dentro de la cámara de diputados y como se señaló anteriormente, no pudieron evitar sufrir reveses en algunos lugares donde se sentían seguros.
Estas flaquezas de morena en el plano electoral se debieron principalmente más a factores internos que a los externos. En otras palabras, los logros de la derecha se fueron el resultado en mayor medida a las deficiencias del partido del presidente que a la sagacidad de la oposición. Estas deficiencias tienen que ver con la naturaleza heterogénea de Morena. El partido como tal no termina de solidificar una ideología e identidad propia y sigue siendo poco más que una amalgama amplia con un fin puramente electorero. Entre el abandono ideológico que el presidente mantiene a este partido y el paulatino pero constante acaparamiento de los puestos de dirección por elementos reaccionarios, es la debacle de Morena la que representa la mayor amenaza para la continuidad del proyecto conocido como la 4ta T.
La anterior problemática se deja sentir mucho más en el plano local, empezando por gobernaturas hasta el municipio más pequeño o insignificante. En estos niveles se vuelve cada vez más difícil encontrar cuadros comprometidos y honestos en puestos de responsabilidad en el gobierno. Pero cada vez más preocupante se vuelve la situación en el nivel federal, donde hemos sido testigos en los más recientes meses de una incubante „disidencia“ en la fracción de Morena dentro de la misma cámara de Senadores, que bajo el liderazgo de Ricardo Monreal apuntala ya una muy posible escición. Esta tendría como objetivo el de apoyar la candidatura de este senador a la presidencia de la república en 2024; como lo comentó el mismo Monreal „estaré en la boleta de 2024 con o sin Morena“. 1
En este posible escenario es muy posible que la naturaleza oportunista del bloque PRIANRD (PAN, PRI, PRD) buscando sacar tajada de la debilidad que representaría la posible escisión de Monreal, estuviese incluso dispuesta a apoyar su candidatura en un gran bloque opositor con tal de recuperar las conseciones perdidas durante el sexenio de Obrador y empezar paulatinamente a revertir las reformas hechas por su gobierno. Este es sin duda el escenario más peligroso de cara las elecciones presidenciales de 2024 y probablemente el único que pudiese, en la realidad, oponer una verdadera amenaza a la continuidad del proyecto iniciado por López Obrador en el corto y mediano plazo, es decir, la única esperanza real de la derecha mexicana por frenar, liquidar y revertir los logros que se han alcanzado en este sexenio. Lo cual representaría un retroceso y a su vez una catástrofe para el pueblo mexicano.
NOTAS:
1. https://www.forbes.com.mx/voy-a-estar-en-la-boleta-de-2024-espero-que-sea-con-morena-ricardo-monrea
Docente de derecho constitucional en la Facultad de Derecho de la Universidad Fridrich-Schiller en Jena, Alemania. Miembro de la comisión de relaciones internacionales del Partido Popular Socialista de México.
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